lunes, 3 de marzo de 2014

El Manchester City gana 3-1 al Sunderland en final de la Capital One



Al Sunderland no le quedó más remedio que dejar el traje de David. Después de tumbar a Chelsea y Manchester United, se topó con el conjunto de Manuel Pellegrini en la gran final de la Capital One. El City fue mucho Goliath. Demasiado.

Y eso que el Sunderland amagó con prolongar hasta el éxtasis final su encomiable machada. De primeras, Poyet le ganó la partida a Pellegrini. Parecía haberse preparado mejor el examen. El uruguayo dispuso el único Sunderland que podía hacerle cosquillas al City: líneas muy juntas y jugadores incansables y muy concienciados. El trivote Cattermole-Larsson-Ki se merendó a Fernandinho y Touré en la primera mitad. Por ahí creció el Sunderland, que se adelantó poco después del minuto 10 gracias a Borini. Justo antes, el Kun, en su primera aparición, pudo haber cambiado el devenir del partido. Johnson, que demostró el peligro que puede llegar a tener un ex, envío un balón largo a la espalda de Demichelis y Kompany y Borini se relamió. El dúo, que se entonó en la segunda parte, naufragó. El delantero se metió entre ambos y burló a Kompany para poner sutilmente el balón dentro de la portería. 0-1.
El City se quedó noqueado. Tenía la posesión, pero la sensación de control era del Sunderland. Touré estuvo a punto de empujar a gol el empate, pero Borini, tan decisivo en su área comoen la rival, despejó. De hecho, al borde del descanso pudo sentenciar, pero Kompany se redimió de su grosero error. El 0-1 al descanso llegó a parecerle bueno a los de Manchester.

Tras la reanudación, el City desplegó sus credenciales. No jugó excesivamente mejor, pero es que tampoco le hacía falta. Se limitó a dejar pasar los minutoshasta que el talonario se dejó caer por el verde. Entonces aparecieron dos jugadorazos, Touré y Nasri, parahacer sendos golazos. Perdonen los ‘azos’, pero sus actuaciones hacen difícil hallar el calificativo idóneo. Primero embocó el 'todocampista', golpeando de primeras un balón en la frontal que dibujó una parábola tan bella como imposible: 1-1.
Nasri se puso celoso, como queriendo que los focos se posaran en él. Cuando nadie había conseguido aún reposar y asimilar el tanto de Touré, hizo el suyo: un ataque rápido acababa con un pase atrás de Kolarov, que, tras rozar en un defensa, le quedó en posición franca al atacante francés. Lo que vino después fue un visto y no visto. Fue un ¡boom!, un zapatazo con el exterior inalcanzable paraMannone. En un abrir y cerrar de ojos (apenas dos minutos), la lógica señalaba que la final estaba imposible para los de Poyet.
Perolos ‘Black Cats’ no se amedrentaron. Al contrario: sacaron las uñas. Desempolvaron su traje de valientes y se fueron al ataque. Mas no tuvieron éxito más allá de volver a ser dignos merecedores de los elogios de propios y extraños. Nunca perdieron la cara al partido.

Los entrenadores decidieron menear sus banquillos y volvió a jugar un papel fundamental la chequera. Pellegrini se puso a la altura de Poyet, que le había ganado en el planteamiento inicial, y metió a Javi García por Silva, dejando a Touré más descolgado y con menos obligaciones defensivas. Así, y con la salida de Navas, el Sunderland dominaba pero el City, seguro de sí mismo, ponía a punto su bólido paralanzarse a la contra. Entonces, Touré condujo magistralmente una contra y habilitó a Navas para que pusiera el tercero en el luminoso y la sentencia a la final.
Así, con susto importante incluido, ganó la Copa el City, la primera en su nueva era, la de Pellegrini. Tras unas semanas aguantando el chaparrón de críticas, salió el sol en Wembley parael City y el chileno, que alzó la tercera Capital One de su historia y que consigue su cuarto título desde que en 2008 aterrizara el jeque.


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